Desde Meconta

Hola a todos!!
Os escribimos desde Meconta, en el Norte de Mozambique. Llegamos ayer. El paisaje es muy diferente al del sur del país, muy verde, con montañas. Aquí se habla Macua, así que ahora todo lo que habíamos aprendido en Sangana ya no nos sirve… Cuando llegamos fuimos a Nampula a visitar a las Hermanas Carmelitas del Sagrado Corazón de Jesús, estuvimos con Candela, Mercedes y Argemira y con las novicias y postulantes de la casa. Nos recibieron con cánticos muy alegres y una rica merienda con tortilla de patata incluida (una delicia!). También nos hicieron un regalo: una capulana a cada uno, muy bonita.
Aquí estamos con los Padres Severino y Osman, en el Santuario de Meconta, una nueva misión de los Padres Carmelitas Brasileños. Hoy hemos visitado a las Hermanas Diocesanas de Nampula, nuestras vecinas. Para que os hagáis una idea de cómo es esto, en el santuario está la casa de una monjas y de los padres carmelitas, una iglesia muy bonita, una escuela y un centro de salud. Algunos edificios son de la época colonial y parece que nos hemos colado en la película Memorias de África.
A la parroquia de Meconta pertenecen 49 comunidades, nos contaron que a muchas de ellas no se podía llegar después de la guerra porque había leones, ahora no hay leones, pero al ser tantas comunidades normalmente las más lejanas tienen misa cada 3 meses porque sólo hay dos padres. Durante los 12 días que pasaremos aquí visitaremos algunas de ellas y los alrededores, también nos acercaremos a la isla de Mozambique y a Namapa para ver el Proyecto de Karit del Centro Nutricional.
Bueno, sentimos no haber escrito en tanto tiempo pero estuvimos una semana sin internet, así que ahora os hacemos un breve resumen de los últimos días en Maputo. La última semana la pasamos en la Parroquia de Machava, visitando las comunidades y sus crianças. De hecho el número de niños superó nuestras expectativas, ya que como ahora son vacaciones para ellos tuvimos todos los días entre 150 y 300 niños. Sobre todo el primer día no nos lo esperábamos, cuando nos íbamos acercando a la escuela se iba oyendo cada vez más vocerío de niños, más y más y cuando pudimos verles casi nos da algo, de hecho nos tuvimos que dividir nada más llegar para hacer grupos de niños según edad.
También tuvimos un día para descansar y decidimos pasarlo visitando la isla de Inhaca. Tomamos un barco en Maputo pero al llegar a la isla tuvimos que montarnos en unas paterillas que nos acercaron hasta el puerto. Allí cogimos una camioneta que atravesó toda la isla y nos llevó a una playa enorme donde pudimos estar los cinco totalmente solos. No había nadie. Solo nos quedaron 2 horas para estar en la playa. Pero fue un día para disfrutar de estar el grupo entero (Michel, Luci, David, Elena y Dani), sin ruidos, solo nosotros en medio de la naturaleza.